Ronda de guasa y puterío

España es un puterío,
y sin embargo me río.

La santa Constitución
necesita una reforma;
que nos quede de tal forma
que nadie tenga perdón.
Políticos, magistrados,
los alcaldes y auxiliares...
precisan que algunas manos
no los dejen perdonados...
Manos del voto inocente,
pues las urnas de cristal
convierten su voto en tal
que tienen por maldicente.

León es un puterío.
y sin embargo me río.

Hay tres poderes silentes:
alcalde y diputación...
y quizás, en un renglón,
la prensa de los pudientes.
Uno, multa; dos: recoge,
- atiborrando sus arcas- ;
tres: engaña a los anarcas
con las crónicas que escoge. 
Y un poder sigue en la sombra,
repartiendo bendiciones;
y pidiendo en sus lecciones
una paciencia que asombra. 

Mi casa es un puterío,
y sin embargo me río.

Manda en mi comunidad
un retirado abogado,
y el personal, abobado,
dice amén, por caridad.
Por caridad o por miedo,
 - que no sé lo que es peor -;
pues si callarse es error,
es peor "quiero y no puedo".
Las cuentas no cuadran nunca
y así mi cuota no baja;
tengo en el ojo la paja,
mas sólo rasco la nuca...

Mi vida es un puterío, 
y sin embargo me río... 

Mi pecado es confiar,
y creer que en este Estado
no tiene nadie pecado
por obligarme a fiar.
Y en ello tengo el castigo,
por pensar que "ayuntamiento"
significa "ayudamiento",
cuando es "meterse conmigo".
Y mirando a los de cerca
se me revuelve la tripa,
y sospecho si alguien hipa
cuando a mi chepa se acerca...

Aquí todo es puterío,
y sin embargo... ¡¡¡me fío!!! 

(agf/05.12.2mil13)
Cuadro:
"Ronda de guasa y puterío"
autor: Martí Teixidor.

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