sefarad

Conocer a ciertas personas es una suerte.
Tenerlas como amigas es un privilegio. 
Tenerlas en nuestra casa: un honor.
Y disfrutar de su trabajo, en una sesión privada de ensayo, en nuestro jardín... un lujo:
¡¡¡una delicia "sefardí"!!!

Gracias, Sara Marina y Emilio Villalba
Por todo.
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